Thursday, July 30, 2009

LOS ÚNICOS ORADORES QUE QUEDAN SON LOS LOCUTORES • MICROENTREVISTA CON EL PRO RUBÉN VIZCAÍNO VALENCIA


MICROENTREVISTA CON EL PRO RUBÉN VIZCAÍNO VALENCIA Verano de 2003
CHARCOMEN: Pro, he visto que ha estado escribiendo mucho este año; y le ha pegado tanto al relato como a la poesía. PRO VIZCA: He estado escribiendo muchas páginas de narrativa, pero no me había metido en la poesía porque no había encontrado un poeta que me impresionara de verdad para lograr mi propio impulso poético. He escrito mucho este año, de todo. Cuando te enfermas y ya tienes ochenta años, nomás andas pensando a qué horas vas a dar el muertazo. Tengo mucho material, pero ahora que me puse a verlo con más calma, me di cuenta que hay montón de basura. CHARCOMEN: ¿Elimina, tira? PRO VIZCA: Sí, tengo que tirar muchas cosas porque escribo todos los días. CHARCOMEN: ¿Se ha enfrentado a la hoja en blanco y quedarse de a seis? Como en esas ocasiones en que no puede escribir nada. ¿Le ha pasado? PRO VIZCA: Sí, claro que sí. Pero, generalmente eso se debe a que uno tiene algún problema. CHARCOMEN: Pro, y a la internet, ¿no se ha metido? PRO VIZCA: Ahorita ya soy torpe hasta para escribir en máquina. Me llena más estar en contacto con ustedes, tratar con las personas. CHARCOMEN: De ahí la necesidad de usted de estar siempre entre la perrada. PRO VIZCA: Sí, yo siempre he sentido la necesidad de andar entre la gente. Yo soy orador y puedo estar ante diez mil cabrones en una plaza de toros. El orador no es más que un pinche actor, es un artista que tiene un gran gusto por la palabra hablada, por el tono de las expresiones, de la voz, que no es lo mismo que el tono de la palabra; esos matices que da la música. El orador es un hombre que ama la música, la palabra hablada. Pero como escritores, los oradores casi siempre son muy pendejos. CHARCOMEN: Pero ahora los únicos oradores que quedan son los locutores. PRO VIZCA: Tú lo has dicho. Así es.

LEER NOVELA Y POESÍA EN TIJUANA ES DE MUCHO TRABAJO PORQUE NO EXISTEN





NOVELA Y POESÍA Marzo de 2004 

 «Yo dejé de leer novela desde hace tiempo. Y lo hice porque caí en una enfermedad, luego en otra. Y así que por eso no tenía tiempo para leer novelas. Cuando me enfermé no hacía otra cosa que estar en mi casa, en la cama. Entonces, me dispuse a buscar a los poetas que se me fueron en blanco, incluso los más modernos, los más actuales. Yo no he dejado de estar en contacto con los escritores y con lo que escriben. Por ejemplo, en Tijuana, perdóname, pero leer poesía de Tijuana es de mucho trabajo porque no existe, y si es novela, pues tampoco. Yo me he pasado años de no tener con quién hablar de nada de nada; de no encontrar con quién hablar de filosofía. Porque no hay nadie. ¿Te das cuenta? Ni hablar de poesía porque no hay nadie con quién hablar de poesía en Tijuana; en Mexicali, tampoco» 
[Rubén Vizcaíno Valencia, de la biografía Un moralista en casa de putas, broli  a cargo del Éktor Henrique Martínez, el Charcomen].

 

LA FE



LA FE

Marzo de 2004


«Para mí, la fe no es lo fundamental. Para mí lo que cuenta es la vida. La fe es otra de las cosas que se tienen a veces, o no se tienen en la vida.
Yo respeto a la gente que tiene fe, y punto» [Rubén Vizcaíno Valencia, de la biografía Un moralista en casa de putas, broli casi terminado a cargo del Éktor Henrique Martínez, alias el Charcomen].