
«En Tijuana tenemos un presidente municipal que transforma la inauguración de una feria del libro en un Sabatón. La aprovechó políticamente porque él quiere ser gobernador del estado y jugó con todo lo que había ahí, con la poca cultura que tenemos. No lo van a creer, pero cuando llegó el presidente municipal al único desgraciado a quien saludo de mano fue a mí, que lo odio al hijo de puta. Pues, me dio la mano. Que yo, ni sabía quién... Mucho gusto, y se sienta. Siempre me ha caído de la patada. Y lo que es más, dos tres jaladas de las que yo tengo las dijo ayer: "Porque aquí empieza América Latina, la patria..." y no sé qué. Hijo de perra. Todo mi rollito, ¿se dan cuenta?». [3 de julio de 2003].